פרות ארבעים ופרים עשרה (ל”ד ט”ז)
Cuarenta vacas y diez toros
Yaakov Avinu calculó cada parte de su regalo para Esav, escogiendo el número exacto de cada tipo de animal que iba a mandar para que su presente logre su propósito. Yaakov era un hombre muy rico y fácilmente podía haber mandado más, lo que aparentemente hubiera sido apropiado, especialmente por la sospecha que él tenía que Esav quería matarlo (como vemos del hecho de que dijo: ‘פן יבוא והכני וכו – ya que puede venir y matarme a mí y a mi familia ח’’ו). También podía haber dado menos. ¿En qué se basó Yaakov Avinu para calcular las cantidades de cada parte de su regalo?

En ese momento crucial de su vida, Yaakov Avinu se enfrentaba con un reto muy delicado y sutil. Por una parte, sabía que para calmar el enojo de Esav, solamente lo lograría al satisfacer su deseo por riqueza al otorgarle generosos regalos. Por otra parte, sabía que debía tratarlo como un hermano y no como a un mafioso que necesita un soborno extravagante para neutralizar su agresividad. Su meta no era hacer un alto al fuego, sino que lograr la paz, a través de un sentimiento de hermandad. Y para lograr esto, tuvo que determinar el tipo y el tamaño de regalo que Esav pensaría que se merece el “hermano mayor” de Yaakov, tomando en cuenta la inflada expectativa que Esav tendría a causa de תאוות הממות (Avaricia).

Para que Yaakov Avinu pudiera lograr esto debía de tener completa claridad de cómo funciona la mentalidad de Esav. Debía de aplicar esto especialmente en entender el yetzer haRá de Esav Harasha. Solamente con un entendimiento completo del mundo interno de Esav, sería posible calcular la calidad y la cantidad del regalo que Yaakov le iba a mandar y poder calcular con precisión qué tipo y cuánto debía de poner en este presente tan relevante. Si él tenía éxito, el corazón de Esav sería alcanzado, su actitud cambiaría drásticamente y Yaakov y su familia serían salvados de la ira de este רשע. Yaakov sí logró tener éxito. Su regalo a Esav dio justo en el blanco y gracias a esto obtuvo un resultado feliz. Pero hay una pregunta aquí que se puede hacer: ¿Cómo un tzadik como Yaakov Avinu puede medir con tanta precisión el Yetzer Hará de un rasha como Esav? ¿Acaso Yaakov no vivía en el mundo del yetzer haTov, muy lejos del mundo interno de Esav el cual estaba dominado por su Yetzer haRá?

Sin embargo, la realidad es lo opuesto. Solamente el tzadik reconoce su yetzer haRá y lo confronta con completo entendimiento, mientras que el rasha está muy lejos de darse cuenta de que está siendo controlado por su yetzer haRá. El tzadik es el verdadero experto en el yetzer haRá y él entiende al rasha mejor que el rasha mismo. Yaakov precisamente por ser un tzadik fue tan exitoso en medir con tanta perfección el regalo que hablaría tan efectivamente al yetzer haRá de Esav y que cambió su actitud completamente. Parte de nuestro reto como עובדי השם es el reconocer y entender nuestro propio yetzer haRá y solamente de esta manera podemos tener éxito en nuestro servicio hacia Hashem Itbaraj.