וידבק אותו בהר הגלעד (ל”א כ”ג)
Y él (Laban) se acercó mucho a él en el monte Guilad.
La expresión וידבק, la cual literalmente significa que “pegó” a Yaakob, nos revela algo fundamental acerca de lo que Laban quería lograr al perseguir a Yaakob. Parece que él quería destruir físicamente a Yaakob – ח’’ו – del hecho de que dijo que lo hubiera podido dañar si no hubiera sido porque el Ribono shel Olam lo detuvo. Pero también parece ser que tenía otros planes en su mente. Una vez que le fue dicho que no podía físicamente dañar a Yaakob, parecería que falló en su misión y de todas formas se quedó ahí. ¿Por qué se quedó ahí? Y ¿qué deseaba lograr?
Laban le dijo a Yaakob – הבנות בנותי והבנים בני – Las hijas son mis hijas y los hijos son mis hijos. Él sintió que como abuelo, él tenía el completo derecho de ser parte de la formación y educación de los hijos de sus hijas. En su forma de ver las cosas, Yaakob estaba privándolo de un rol que él debería de tener en determinar cómo debería de ser la familia de Yaakob y qué dirección deberían de tener en sus vidas.
Laban sabía muy bien que esta era una familia que tendría un impacto en el mundo entero y en todas las futuras generaciones, ya que Yaakob llevaba consigo mismo las berajot que Abraham e Itzjak habían recibido. Él se veía a sí mismo como merecedor de hacer su propia contribución a la familia que cambiaría la historia del mundo, y él percibía este acto de Yaakob, como un robo de su precioso זכות que él pensaba que le pertenecía como el padre de las אמהות. Era este el derecho que él venía a reclamar a Yaakob. Si no lo podía obtener al quitar a Yaakob del mapa, que por lo menos Yaakob reconozca que él no es el “único dueño” de la familia y tiene que compartir con Laban el privilegio y la responsabilidad de darle forma a Klal Israel. Por eso dice el pasuk – “וידבק”. Laban quiso pegarse al Klal Israel.
Pero el Klal Israel tiene su propio concepto de lo que es un padre. El derecho de ser llamado un padre en nuestro punto de vista no proviene desde la ascendencia biológica. Si no que de plantar dentro de las futuras generaciones los fundamentos que necesitamos para ser la nación de עובדי השם. Abraham, Itzjak y Yaakob hicieron exactamente eso y es por eso que son nuestros אבות.
Lo que Laban quería implantar era exactamente lo contrario. Por eso él no tenía derechos paternales para influenciarnos a nosotros y a las generaciones futuras. Debemos de seguir las huellas de Yaakob Avinu quien nos enseñó a huir de cualquier conexión con tal pseudo-padre y conectarnos con las enseñanzas y caminos de nuestros verdaderos padres – Abraham, Itzjak y Yaakob.