Si Paró tanto odiaba a la nación judía que había sentenciado a todos los hombres a muerte, ¿qué es lo que pasó que tuvo רחמנות con las niñas y no quiso hacer un decreto de completa aniquilación ח”ו?

Quizás la respuesta a esta pregunta puede ser encontrada en lo que la תורה nos cuenta después. Las מילדות (parteras) mostraron una increíble determinación y fortaleza, encontrando maneras de evadir las políticas del fuerte mandatario de este poderoso imperio. Aparte de esto, ellas pudieron establecer בתים – casas que tenían una profunda influencia en aquellos que vivían dentro de ellas. Paró, estaba consciente del poder de las mujeres judías y se dio cuenta del gran potencial que tenía el tener este tipo de personas dentro de su imperio.

En resumen, bien sabía Paró que tenía un tesoro en sus manos, el cual tenía tremendo potencial para fortalecer y levantar todo lo que él estaba creando y él no quería de ninguna forma perder esto, pero sus esfuerzos de llevar esto a cabo estaban siendo frustrados.

Paró quería integrar el poder de las mujeres judías dentro del tejido social de su imperio. Al mismo tiempo, él se dio cuenta de que nunca tendría éxito mientras todavía existiera el hogar judío. Precisamente en aquel poder que él percibió al ver los hogares judíos que habían sido construidos por las mujeres judías, él percibió también un inderrotable obstáculo que nunca le permitiría “obtener los frutos” que tanto él deseaba.

El plan diabólico de Paro fue quitarle a las mujeres el hogar judío, de esta forma ellas se estaban indefensas, permitiéndole incorporar a su nación este gran recurso.

Pero, como sabemos, el plan de Paró le salió al revés. A causa de su decreto, el pequeño bebe llamado Moshé fue adoptado por su hija y fue criado en su propia casa. Fue entrenado desde pequeño a saberse conducir en los caminos del palacio, cultivando en el liderazgo y realeza. Su propio plan malvado produjo y empoderó a su archienemigo, el cual llevaría a la caída de su imperio.

Este es un ejemplo clásico de cómo el Ribono shel Olam permite a un enemigo preparar con sus propias manos su completa ruina. Ojalá que pronto veamos la caída del mal y la elevación del כבוד שמים.