Vort of the Parshe

parshat Miketz

ויצא יוסף על ארץ מצרים (מ''א מ''ה) Y Yosef salió sobre Mitzraim

ויצא יוסף על ארץ מצרים (מ”א מ”ה)
Y Yosef salió sobre Mitzraim
El pasuk nos esta diciendo aqui que Yosef se volvió el gobernante de todo Mitzraim. Sin embargo, la palabra ויצא que el pasuk utiliza a primera impresión parece una expresión algo inusual. ¿Acaso no sonaría más natural que la Torá diga que Yosef “gobernó” Mitzraim en vez de que diga que “salió” sobre Mitzraim?

El Sforno explica que la Torá nos está diciendo aquí que la forma en la que Yosef estaba caminando cuando salió de estar con Paro era la forma en la que un poderoso rey camina. En otras palabras, una persona común camina con cierto modo de andar mientras que un rey camina con su forma distintiva de andar. Incluso si no sabes nada de una persona podrías saber si es un rey o no solamente al ver como camina.

Cuando Yosef “salió” de estar con Paro, no solamente había recibido nuevos poderes de Paro, sino que se volvió una persona nueva. No solamente poseía la autoridad de una Rey, sino que se volvió un Rey en toda su esencia.

De aquí podemos aprender algo que también aplica fuera del mundo del reinado. Yosef poseía dentro de él atributos de un rey, pero habían estado inactivos hasta este momento. Hasta el momento en el que se encontró en posición en el cual eran necesarios esos atributos, se encontraban bloqueados dentro de él, totalmente indetectables para el observador externo. Aquella persona que lo veía, encontraba delante de él una persona común como cualquiera. Con la excepción de Yaakov Avinu, quien conocía el mundo interior de su querido hijo, y que por esta razón le dio un כתונת פסים, un tipo de vestimenta apropiada para la realeza. Sin embargo, las vestimentas no eran suficientes para que los demás se dieran cuenta quien en verdad era Yosef, mientras no se encontrara en una posición de realeza. (Quiza fue esta falta de entendimiento lo que permitió מכירת יוסף.)

Con esto en mente, podemos empezar a entender el reto que corresponde el conocer quién es en verdad la otra persona. Quizás pueda contener dentro de él grandes riquezas las cuales no son visibles ya que no se encuentra en la posición que le permite que estas salgan a la superficie. Fácilmente podemos caer en el error de decir: lo que yo veo, eso es lo que la persona es. Con “amigos” como estos, su potencial verdadero puede quedarse enterrado para siempre.

Por otra parte, si nos dedicamos a percibir los tesoros ocultos que esperan ser descubiertos dentro de la gente que nos rodea, seremos sus verdaderos amigos, otorgándoles el mayor de los regalos: ayudarles a convertirse en ellos mismos.

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