ויקח קרח בן יצהר בן קהת בן לוי (ט”ז א’)
“Y tomó קרח, hijo de יצהר, hijo de קהת, hijo de לוי ”
קרח aquí es mencionado como descendiente de los grandes tzadikim קהת, quien fue el padre de Amram, de quien surgieron Aharón, Moshé Rabenu y Miriam, y לוי quien fue el patriarca de la tribu de Leví, que ocupaba una posición única dentro de Am Israel, distinta de las demás tribus por ser una tribu con un nivel espiritual que sobrepasaba el del resto del pueblo. El hecho de que esto se menciona al inicio de la פרשה de la disputa de Koraj parece implicar que la elevada posición de sus antepasados jugó un papel en lo que hizo Koraj en este episodio. Pero, ¿cómo entender esto?
Un reconocimiento correcto de nuestra propia מדריגה es la base de la מדריגה. Si una persona subestima o sobreestima su מדריגה, no podrá tener verdadero éxito en su עבודת ה´. Si se subestima, no trabajará para alcanzar su potencial, ni sentirá satisfacción profunda, ni tendrá la emoción de los logros importantes que le dan motivación para subir al siguiente nivel.
Por otro lado, si sobrestima su מדרגה, invertirá sus esfuerzos en cosas que están más allá de su alcance. Nunca estará satisfecho con sus logros porque siempre quedará corto frente a sus expectativas. Tener expectativas poco realistas es una fórmula garantizada para la frustración y el sentimiento de fracaso.
La caída de Koraj fue su percepción errónea de sus propios límites. Sin duda poseía enormes capacidades espirituales, pero su sobreestimación de sí mismo lo llevó a tener metas y expectativas que no se alineaban con la realidad. En lugar de alcanzar su magnífico potencial, todo lo que pudo haber sido fue tragado por el abismo.
Es lógico pensar que parte de la prueba de Koraj fue su linaje elevado. Venir de Leví y Kehat, dos de las personalidades más destacadas del pueblo de Israel, era algo que podía ayudarle a llegar a niveles muy altos, pero también algo que, si se manejaba mal, podía destruirlo. Y eso fue precisamente lo que ocurrió: permitió que su yetzer hará exagerara su autoimagen y lo perdió todo.
Por eso la Torá comienza esta parashá con el linaje de Koraj. Su desafío era usarlo de la manera correcta, pero permitió que se le fuera de las manos, y esa fue su caída.
Cada yehudí proviene de un linaje elevado, y esto forma parte esencial de nuestra propia conciencia. Asegurémonos de usarlo correctamente y así podamos realizar plenamente nuestro verdadero potencial.