כן יהיה תמיד הענן יכסנו ומראה אש לילה (ט’ ט”ז)
Y así estaba constantemente, la nube (de la Shejiná) cubriéndolo y teniendo la apariencia de fuego en la noche.
El דור המדבר vivió con una מדריגה única en la cual la presencia de la Shejiná era visible ante sus ojos todo el tiempo. No tenían que esperar a que ocurriera un milagro para poder ver que el Ribono shel Olam estaba ahí con ellos. En cualquier momento, lo único que tenían que hacer era voltear y percibir con sus sentidos físicos que el Ribono shel Olam se encontraba entre ellos.
Vivir en aquellas circunstancias tiene un impacto extremadamente poderoso. No solamente las acciones de la persona están fuertemente influenciadas por el hecho de que están en frente de Hashem, sino que la misma forma de pensar, el estado mental y el completo sistema emocional cambia drásticamente a causa de esta constante e ininterrumpida percepción.
Este concepto fue escogido por el Ramo en sus primeras palabras al principio del שלחן ערוך. Él cita ahí las palabras del Rambam, el cual explica la fundamental importancia de vivir con una constante conciencia de estar en frente de Hashem. Él escribe que el pasuk – שיויתי ה’ לנגדי תמיד – puse a Hashem delante de mis ojos siempre. Es un principio fundamental en la Torá y en alcanzar los elevados atributos de los Tzadikim. Él explica que la forma en que una persona se sienta y se mueve cuando está sola en su propia casa no es comparable a la forma en que se sentaría y se movería en presencia de un rey poderoso. Cuánto más consciente debe ser una persona de sus acciones cuando se da cuenta de que el Gran Rey, Hakadosh Baruj Hu, cuya Gloria llena el mundo, está ante él, observando todas sus acciones.
El Ramo trae estas palabras del Rambam en el mero principio del שלחן ערוך, ya que este es el principal principio que nos guía en el camino para crecer en עבודת השם. Sin embargo, hay una gran diferencia entre la forma en la que el דור המדבר se relacionó con este concepto y la forma en la cual nosotros nos podemos relacionar con él. El דור המדבר tenía que solamente levantar sus ojos para poder ver que estaban en frente de la Shejiná, pero nosotros tenemos que alcanzar este sentimiento a través de un proceso que el Rambam llama ישים האדם אל לב – la persona pone esto en su corazón. Este no es un logro pequeño y en verdad es un proyecto de toda una vida para poder alcanzar un elevado nivel de sentir esto. Pero en el momento que nos damos cuenta por completo que esto no sucede de forma automática y tenemos que aceptar sobre nosotros mismos con una fuerte determinación trabajar constantemente en este proyecto fundamental, nos estamos poniendo a nosotros mismos en el camino de una vida de real crecimiento.